Andaban como ovejas que no tienen pastor.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 6, 30-34
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a
reunirse con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les
dijo: «Venid vosotros a solas a un lugar desierto a descansar un poco».
Porque eran tantos los que iban y venían,
que no encontraban tiempo ni para comer.
Se fueron en barca a solas a un lugar
desierto.
Muchos los vieron marcharse y los
reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel
sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y se
compadeció de ella, porque andaban como ovejas que no tienen pastor; y se puso
a enseñarles muchas cosas.
CONTEXTO
Para comprender los distintos aspectos del evangelio de hoy, tenemos que tener presente el contexto. Los apóstoles acaban de volver de la misión a la que Jesús les ha envidado de dos en dos (evangelio del domingo pasado). Entre el envío y el regreso, nos ha contado la muerte de Juan Bautista.
El retirarse a un sitio tranquilo y apartado, puede tener dos motivos aparentes: que los discípulos descansen del trabajo, o que, ante el peligro de Herodes, buscasen menor notoriedad.
Pero estos motivos nos dirían muy poco. Lo importante está un poco más allá. Marcos nos está diciendo que los discípulos necesitan una seria reflexión sobre el éxito de su misión, como Jesús necesitó meditar sobre su mesianismo.
EXPLICACIÓN
Después de la misión de los doce, se vuelven a reunir y se cuentan las peripecias de la tarea que acaba de terminar. Parece ser que les ha ido bien y vienen encantados (Lucas lo dice expresamente). La euforia de la gente que les busca ratifica esa visión. El éxito se les está subiendo a la cabeza y no les deja tomar la postura adecuada.
“Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco”. El mismo Jesús que les empujó a una actividad febril entre la gente, les lleva ahora a un alejamiento de esa misma gente para dedicarse a ellos mismos. No se trata solamente de la preocupación por su cansancio. Se trata sobre todo, de que entiendan bien el sentido de lo que está sucediendo y no se dejen llevar por falsos espejismos. Por dos veces se dice que van al desierto.
El texto griego no dice ‘lugar tranquilo o despoblado’ sino erhmon topon; en latín: “desertum locum” que significa lugar desértico. La diferencia es importante si tenemos en cuenta el significado que Marcos da al desierto, como lugar de lucha contra el falso mesianismo.
Inmediatamente después de ser bautizado, Marcos coloca a Jesús en el desierto, para que allí aclare cuál va a ser su verdadera misión, superando la tentación de un mesianismo triunfalista.
Después del primer éxito en la sinagoga de Cafarnaún y la curación de la suegra de Pedro, se marcha él solo al desierto para orar; de tal manera que Pedro le encuentra y dice, muy enfadado porque está perdiendo la oportunidad de medrar: “todo el mundo te busca”.
Jesús pretende que una reflexión en calma, les haga superar el estado de euforia.
“Se les adelantaron”. Los planes van a ser frustrados por una urgencia mayor, la de la gente que le esperaba. En la profunda humanidad manifestada por Jesús en el evangelio de hoy, tenemos que descubrir su verdadera divinidad.
Es de notar que el relato habla ahora del grupo. “Los reconocieron”, “se les adelantaron”. Al incorporar a los doce a su propia misión, queda establecido el grupo como una comunidad de acción.
La búsqueda de la gente refleja un deseo de salvación que posibilita la tarea de Jesús. Como la hemorroísa, como Jairo, el pueblo oprimido descubre su necesidad de salvación y la busca en Jesús; seguramente ayudado por la predicación de los apóstoles durante la reciente misión.
“Como Ovejas sin pastor”. Es una imagen clásica en el Antiguo Testamento. En una cultura en que la ganadería era el principal medio de sustento, todos sabían perfectamente lo que se estaba insinuando con la imagen del pastor.
Siguiendo la primera lectura, Jesús hace una crítica a los dirigentes que, en vez de cuidar de las ovejas, las utilizan en beneficio propio. Siempre ha pasado lo mismo. Nunca han faltado pastores, pero han sido tantas las ofertas y hechas con tanta persuasión, que el pueblo se ha sentido indefenso ante las ofertas más disparatadas.
“Le dio lástima de ellos”. Una manera entrañable de decir lo que a Jesús le importaba la gente. La ‘compasión’ sería una manera más adecuada de expresar el amor, superando los malentendidos que la palabra ‘lástima’ puede comportar. Podemos sentir lástima de una persona, pero no mover un dedo para sacarle de la lastimosa situación.
En todos los tiempos podemos constatar que ni los políticos ni los eclesiásticos tienen en cuenta al pueblo a la hora de tomar sus decisiones. Lo que mueve siempre a los dirigentes, es el interés personal, disfrazado de una preocupación por la institución correspondiente.
“Y se puso a enseñarles con calma”. Una manera muy sutil de decir que por encima de los planes de Jesús, está la necesidad de la gente.
Por cierto, el texto griego no dice “con calma”, sino “muchas cosas” (polla). La verdad es que del contexto se deduce que dedicó todo el día a esa tarea, pues a continuación Marcos narra la multiplicación de los panes, que empieza advirtiendo de que ‘se hizo tarde’.
Tener tiempo para los demás es la mejor manera de responder a las exigencias del evangelio. Jesús nos muestra esta total disponibilidad. En realidad, la vocación del cristiano es ésta: ser para los demás.
APLICACIÓN
Se cumple la promesa de Jeremías. Jesús es el único pastor. Como dice Juan, él es el modelo de pastor, el único que no nos va a engañar ni se va a aprovechar de nosotros. Con todos los demás que se presenten como intermediarios, hay que tener cuidado, porque nos pueden desviar poniendo sus intereses por delante de los nuestros.
Es una tentación en la que los seres humanos caemos casi siempre; incluso cuando hablamos de Dios es para manipularlo y ponerlo a nuestro servicio. El Dios que hemos predicado es un Dios del que somos representantes, y eso nos permite aprovecharnos de todo bicho viviente.
Hoy no están las ovejas menos despistadas que en tiempo de Jesús. No faltan pastores, pero cada uno las manda por un camino diferente. No sé lo que pasaría en otras épocas, pero si hay una característica de la nuestra, es precisamente la desorientación.
Es urgente descubrir el verdadero mensaje del evangelio para poder superar tanta ideología y legalismo como se le ha adherido a través del tiempo.
Cuando Pablo dice que derribó el muro que los separaba, no se refiere a una actuación externa, sino a una actitud interna de fidelidad a sí mismos, que permite a los seres humanos superar la barrera del odio.
Lo que nos separa es siempre nuestro “ego” (falso yo). Nuestro verdadero ser, lo que hay de Dios en nosotros, es idéntico en todos. Ahí tenemos que buscar la unidad. En la medida que descubramos nuestro ser profundo, desaparecerá el muro que nos sigue separando, el odio.
Cuando en el evangelio Jesús invita a los apóstoles a retirarse al desierto, está tratando de decirnos que sólo en el silencio y en el recogimiento interior, podemos encontrar el verdadero ser, y sólo después de saber dónde está, podemos indicar a los demás el camino para encontrarlo.
Sin vida interior, sin meditación profunda no puede haber una verdadera vida espiritual. Sin esa vivencia no podemos ayudar a los demás a descubrir el manantial de agua viva que llevan dentro. Si encontramos a Dios en nosotros, llevarlo a los demás se convertirá en la tarea más urgente de nuestra vida.
El evangelio de hoy es un reconocimiento de la necesidad del silencio para recuperar la armonía interna, amenazada por el exceso de actividad en cualquier orden de cosas. El estrés que hoy padecemos se debe a que no tenemos tiempo para nosotros mismos. Esta falta de tiempos tranquilos nos impide asimilar y ordenar los acontecimientos, que de esa manera nos pueden destrozar, como la comida no digerida y por lo tanto indigesta.
Busca en tu interior y descubre allí el verdadero guía. No mendigues más agua que se te da a cuentagotas y por un precio; busca la fuente que está siempre manando y a tu entera disposición.
Las mediaciones serán buenas en la medida que no se conviertan en fines o en medios para que otro se aproveche. Te ayudará todo aquel que te ayude a entrar dentro de ti y a ser fiel a las exigencias que nacen de lo hondo del ser.
La exigencia fundamental del ser humano es el amor. Sin ser amado puedes desplegar tu humanidad, Sin amar, no. Nuestra obligación no es sólo el no oprimir a nadie, sino también, no dejar que nadie nos oprima. Si queremos liberar a los demás, primero tenemos que ser nosotros libres.
Las vacaciones debían ser tiempo para la meditación y para poner en orden nuestras ideas sobre el hombre, sobre el mundo y sobre Dios. Debemos encontrar tiempo para la sana diversión, pero también para la meditación reposada y profunda, sin la cual, nuestra trayectoria humana no puede mantener el buen rumbo.
Sin una autocrítica de lo que somos y de lo que hacemos, no podemos llevar una existencia equilibrada. Sin momentos para encontrarse consigo mismo, el hombre termina deshilachado y troceado, incapaz de mantener su unidad personal. Muchas veces, el miedo a encontrarnos con nuestro propio vacío interior, nos impide buscar ese ‘sitio tranquilo y apartado’ donde poder recuperarnos. Preferimos el bullicio y la diversión externa que me dispense de la reflexión.
El dedicarse a los demás y la dedicación a uno mismo no son dos aspectos que se puedan separar. La contemplación y la acción no pueden disociarse. Ni una ni otra serían auténticas si las separáramos. Todo acercamiento a Dios lleva directamente a los demás. Todo verdadero acercamiento a los demás, nos acerca inevitablemente a Dios. Si en nuestra vida somos capaces de olvidar uno de los dos aspectos, sería la señal de que nos estamos equivocando de objetivo y además, nos estamos alejando del evangelio.
Meditación-contemplación
Acción o contemplación
ha sido el caballo de
batalla de la vida espiritual.
No hay tal oposición entre
una y otra.
La acción sin contemplación
sería estéril.
La contemplación sin acción
sería una falacia.
…………….
Al verdadero Dios sólo se
llega a través del ser.
Descubrir tu verdadero ser
es identificarte con los demás.
Una auténtica vida
espiritual
te llevará a la preocupación
sincera por el otro.
…………..
Cuando la entrega al otro no
es fruto de una programación,
es en sí misma, una
verdadera oración.
Un verdadero contacto con
Dios en la oración,
es ya en sí, una acción en
beneficio de todos.